“VALLE DE SONDONDO”
Valle de mi niñez,
estás en mi pensamiento.
Quiero regresar un momento,
para absorber el aroma
de las flores de retama.
Valle espléndido,
gozas de admiración
por tu clima de excepción.
Produces cereales y frutas
de alta calidad sin comparación.
Por tu tierra fértil
eres perla de la región.
Valle suntuoso,
en las tardes de verano
añoro la sensación
de las aguas cristalinas del río.
Valle acogedor,
bajo el cielo limpio de agosto
celebras festividad con tradición,
en Homenaje a la Virgen de la Asunción,
cuya fe une a los fieles con devoción.
Valle generoso,
que conservar en tu corazón,
vestigios pre-hispánicos, aguas termales,
yacimientos mineros, hermosos parajes,
adornados de rosas y claveles.
Valle apacible,
en las noches de luna,
bajo los efectos de la chicha de jora,
se escucha una melodía,
cantó la dulce amada.
Valle hermoso,
tu nombre cruzó las fronteras.
Llegaste al viejo continente,
América entera te conoce.
Eres con orgullo cuna del cronista
Felipe Guamán Poma de Ayala.
Valle querido, te canto con emoción
este verso sin perder mi pasión,
con sentimiento de corazón,
vivo y gozo de esta acción.
“AMOR”
Principio y fuente de vida
encanto irresistible de belleza
que se bifurca en los surcos
de la vida.
Alma que resplandece
por la aspiración
del eterno amado.
Intuición emotiva inevitable
del impulso que orienta
a lograr lo deseado.
Posibilidad creadora del bien
que ilumina y vivifica la vida.
Inspiradora de anticipadas auroras
gota de reflexión de lo vivido,
de la clave ineludible
de existir.
Rayo que brilla en la mente,
emoción que enciende la sangre
creando las fantasías.
Flor que crece y perfuma
en el corazón amado.
Bálsamo que armoniza,
cuerpo y espíritu
de los que se aman.
“NOSTALGIA”
Sondondo, encantadora morada
de atmósfera diáfana espléndida.
tu valle deleita el alma
y el suspiro del corazón se calma.
Tu aliento de aromas impregna la brisa,
despierta la emoción
de la juventud con prisa.
De niño formaste mi ilusión
estímulo que recordaré
siempre con devoción.
Me diste un instante de felicidad
que buscaba la ventura
por casualidad.
Ya gocé de la fragancia
de tus flores
la cual será bello recuerdo
de tus colores.
En la distancia,
daré voces de tu excelencia
siempre en mi vida, vivo reflejo tendré,
jamás un breve instante te olvidaré.
A tiempo mi pecho suspira
mi aliento con ansia espera
y mi alma con añoranza divisa
la hermosura de tu belleza.
Soy feliz, con ansia te observé.
Ya lloré y canté.
mi anhelo está cumplido,
por el deseo complacido.
“ILUSIÓN”
En la orilla del río,
en una tarde de verano,
en cuya margen meditaba,
vi que el agua reflejaba
la imagen de una sirena.
Con emoción contemplé,
era una joven graciosa
con su figura deliciosa.
La flor de su sonrisa
perfumaba la brisa.
Su dulce mirada mi inspiró.
Su encanto mi motivo suspiró.
Su hermosura embriagaba mi corazón,
era bella de adoración.
Con su angelical ternura
jugaba en el agua sin ventura.
Sus senos virginales
eran como dos cristales,
que despertaron mi ilusión.
“DULCE SUEÑO”
En una tarde encantada,
con mi alma enamorada
sollozaba en la orilla
de terso cristal de río.
No hubo venturanza,
pero, allí brotó la esperanza
de dulce sueño,
amor a la ninfa
del edén perdido.
Era cándida flor escondida,
con alma noble, pura y generosa.
El fuego de su amor
encendió mi pecho,
que sofocó mi ardiente
corazón.
La diosa del valle,
agitando su blonda
cabellera, con su lealtad
seductora, despertó mi
dulce sueño.
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